Tipos de semillas - Fundación Galicia Verde

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TIPOS DE SEMILLAS PARA PRODUCIR ALIMENTOS
A la hora de seleccionar las semillas para nuestros cultivos es importante conocer los tipos que nos ofrece el mercado, a fin de obtener alimentos de la máxima calidad que, a la postre, se traduzcan en una mejor nutrición y por tanto en una mejor salud.
Existen tres grandes grupos de semillas: la nativas, las híbridas y las transgénicas. Vemos que aporta cada una de ellas:

La semila nativa, o tradicional, está en el origen de todas las demás y son consecuencia de la evolución durante miles de años de aquellas especies silvestre que fueron domesticando nuestros ancestros. Este tipo de semillas fueron las utilizadas hasta que la llegada de la revolución verde, en la década de los 60, introdujo el concepto de agricultura industrializada, dependiente del petróleo, e implantó los grandes monocultivos.
Si analizamos las plantas silvestres que fueron domesticadas, y dieron lugar las variedades nativas, observaremos que, aunque sus fructificaciones sean más pequeñas, resultan extraordinariamentre nutritivas. El proceso de domesticación supuso una pérdida de cualidades organolépticas y nutricionales, como consecuencia del proceso de selección llevado a cabo por el hombre. Esta intervención consistía básicamente en ir cultivando aquellas plantas que se daban mejor, o que tenían frutos de  mayor tamaño, o un sabor o color que les agradaba más.
Estas semillas son de código abierto, es decir, que pueden ser reproducidas libremente sin pagar ningún tipo de derecho ya que son propiedad de la Humanidad; nos pertenecen a todas y todos. Por ello la agricultora y el agricultor pueden guardar sus semillas, de una cosecha para otra, e irlas seleccionando en función de sus gustos, tipos de tierra, climatología, ... al igual que hicieron nuestros antepasados dando lugar a la diversidad de especies que hoy día conocemos, como por ejemplo distintas variedades de tomates, o de patatas, surgidas desde lugares muy distantes por adaptaciones locales. Estas semillas originan plantas más resistentes.
Cada vez más existen bancos de semillas nativas a los que es conveniente adherirse si se quieren tener productos de la máxima calidad nutricional.

Las semillas híbridas, también conocidas como F1, son consecuencia de la polinización cruzada de dos variedades de plantas, con el fin de conseguir determinadas características. Esta polinización existió siempre de una manera natural y, como en cada lugar se plantaban las mismas especies, la polinización originaba híbridos entre ejemplares de similares características. La intervención humana lo que busca es forzar hibridaciones entre plantas diferentes para potenciar determinadas características, como tamaño, dureza, consevación, ...; por ejemplo un tomate muy resistente con otro grande para conseguir un tomate mayor y resistente.
De las semillas híbridas queremos destacar dos problemas: El primero es que la mayoría de las plantas híbridas o no tienen descendencia fértil, o el resultado no es el esperado, lo que os obliga a comprar cada año nuevas semillas.
Otro problema, incluso más importante es que, consecuencia de la manipulación, esas semillas producen alimentos con menor cantidad de nutrientes. La producción se verá más bonita, o resistente, pero sus cualidades nutricionales están mermadas. Ese tipo de semillas se desarrollan para favorecer los intereses del distribuidor, no del consumidor.

Las semillas transgénicas proceden de plantas que se modificaron genéticamente insertándoles genes de otras especies para obtener resistencia a herbicidas o a diferentes insectos. En este caso la dependencia es total de titular de la patente que, además, es quien modifica la genética para que resista a sus propios herbicidas. Esto presenta numerosos problemas  entre los que citaré solamante algunos:
Existe una propiedad intelectual que las protege y que impide que podamos reproducirlas, por lo que la dependencia de la compra anual de semillas es invetable.
Este tipo de semillas se desarrollan asociadas a algún tipo de tratamiento químico que siempre es altamente contaminante para el medio, para las personas, y para la flora y fauna. Está demostrado científicamente que la agroquímica acaba desertizando el suelo, según expertos de la FAO.
Afecta directamente a nuestra salud y a la de los animales que consumimos. En este sentido recomendamos leer el informe Seralini
Detrás de estas semillas se esconde el peligrosísimo deseo de controlar la Humanidad por medio de la alimentación.

Semillas ecológicas. Las semillas ecológicas no existen. El concepto de producto ecológico, tal como se recoge en la propia ley, es el cultivado ecológicamente, al margen de la semilla que se utilice. Se da así la paradoja de que el 90% de los semillas ecológicas que se venden en España son híbridas y, como consecuencia, dan lugar a alimentos "ecológicos" con menor poder nutricional que si se cultivaran a partir de semillas nativas, o tradicionales.
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