Equinácea - Fundación Galicia Verde

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EQUINÁCEA
(Echinacea purpurea)

El nombre “equinácea” deriva del griego echinos, que significa “erizo”, y alude a la forma del fruto de esta planta y también a su disco floral espinoso. El término angustifolia (hojas angostas) se refiere a la forma de sus hojas. Los primeros indicios de su empleo se remontan al siglo XVI, ya que se han encontrado restos de estas plantas en antiguos poblados sioux. Éstos usaban un líquido muy similar a una papilla, que extraían de la equinácea, además de las raíces cortadas en pequeños pedazos o trituradas que servían como una poderosa medicina, para las picaduras de insectos y como antídoto contra las mordeduras de algunas especies de serpientes.La introducción de esta planta en la farmacopea se debe a dos famosos farmacéuticos americanos, quienes recibieron de un doctor un remedio denominado “purificador de la sangre de Meyer”, realizado a partir de esta planta.  
Nombre científico: Echinacea purpurea.

Nombre en español: Equinácea
 
Nombres en otros idiomas: Echinacea, purple cone-flower, cone flower, black sampson, niggerhead (inglés) Kegelblume, sonnenhut (alemán), Échinacée (francés), Echinacea (italiano), Echinacea (catalán), Equinácea (gallego y portugués)
CARACTERÍSTICAS BOTÁNICAS
Familia: Compuestas/asteráceas

Planta herbácea, perenne  que puede alcanzar una altura de 0,5-1 m, aproximadamente.
Raíz negra, fusiforme y picante, que se divide en varias ramificaciones.
Hojas basales arrosetadas y hojas caulinares sésiles (de 7 a 20 cm de longitud), alternas, enteras, estrechamente lineares-lanceoladas, pubescentes y con tres nerviaciones.
Las flores son de una conformación similar a las de las margaritas, con unas lígulas muy largas y con un disco floral grande. Las inflorescencias están dispuestas en capítulos florales solitarios, terminales, liguladas, neutras y flores centrales tubulosas hermafroditas. En el proceso de desarrollo del disco floral, éste pasa de ser inicialmente cónico a tener una forma cóncava, característica típica de esta especie. Las lígulas o rayos florales, son de color rosa o púrpura, son estrechas y miden 3 cm de longitud. Las flores del disco son tubulares y de color amarillo pálido. El disco floral es rígido e incluso espinoso. Florece entre junio y agosto.
El fruto es un tetraquenio espinoso.
CULTIVO
Cultivar esta planta es relativamente sencillo, ya que no necesita de grandes cuidados.

Cultivo:
le encanta la exposición directa al sol, aunque su desarrollo se consigue en mediasombra, lo que puede producir una reducción considerable de la floración. Aguanta con creces temporadas muy secas, por lo que antes de regarla es necesario esperar un poco hasta que el suelo esté completamente seco. Un exceso de agua puede suponer la pérdida de la planta por pudrición de raíces y una consecuente reproducción de algunas especies de hongos. Cerca de una fuente de agua o con un buen suelo que tenga drenaje, la equinácea puede satisfacer por sí sola sus necesidades hídricas.
Recordemos que el suelo tiene que ser permeable y rico en materia orgánica. Debemos evitar abonar en exceso, ya que podría ocurrir que los tallos crezcan demasiado rápido y no sean lo suficientemente resistentes a condiciones desfavorables de viento y lluvias. Un pequeño abonado antes de la siembra (en primavera y antes de la floración) de cuerno triturado y polvo de huesos, guano o estiércol de caballo es más que suficiente.
Destacamos dos cuidados especiales… Uno es podar la planta en otoño, justo después de la floración y a unos 20 cm por encima del suelo y de cara al invierno, si las temperaturas van a estar muy por debajo de 0ºC, cubriremos el suelo con una cobertura de hojas, paja o similar.

Siembra:
se realiza a mediados de los meses de marzo o abril, plantando las semillas a unos dos centímetros de profundidad y con una separación de 30-40 cm por línea. Se puede proteger la siembra con algún tipo de malla, con el fin de que sean atacadas por las aves. La temperatura promedio para la germinación es de 25 ºC, la cual ocurrirá al cabo de los 15 días. Es necesario mantener el sustrato húmedo durante las dos o tres semanas que siguen a la germinación. Tendremos especial cuidado a partir de aquí en mantener el terreno de plantación libre de hierbas y controlaremos sobre todo los ataques de babosas y caracoles, la principal plaga de esta planta.
La equinácea empieza a florecer entre el mes de junio y el de agosto.

Cosecha:
los principios activos están en la raíz, que se recoge durante toda la estación otoñal. Una vez alcanzada la madurez y seca, se desenraiza separando de manera artesanal en la raíz, la porción con mayor concentración de principios activos.

Multiplicación:
podemos reproducir la planta de forma asexual por división de matas, a finales de invierno o bien por vía sexual mediante semillas, las cuales necesitan un periodo de estratificado de dos o tres meses antes de su siembra.
USOS Y PROPIEDADES
La equinácea recibe   el  apodo de “antibiótico vegetal”,   aunque sus propiedades reales no son realmente antibióticas. La parte más   utilizada de la planta para fines medicinales es la raíz, aunque en algunos   casos hay quien hace un aprovechamiento de toda la planta por el contenido en   equinacina, ácido cafeico y ácido chicórico. Con estos principios activos, se consigue potenciar el sistema inmune por producción de glóbulos blancos y   regulación de la temperatura corporal.
También contiene   aceites esenciales como la beta-cariofilina; terpenos como el mirceno, el   pineno y la tuyona, ácidos grasos como el oleico, linoleico, cerótico y   palmítico; fitosteroles, alcaloides, betaína, resinas, taninos, inulina y   vitamina C.

Uso terapéutico
La equinácea es eficaz como inmunomodulador y   antiviral, activando a nivel corporal determinados mecanismos que lo protegen   frente a agentes extraños. También contribuye a reparar parcialmente los   tejidos afectados por infección y presenta una actividad cicatrizante,   favoreciendo la formación del tejido de granulación responsable de la   curación de las heridas, ayudando a la regeneración de los tejidos y la   formación de cicatrices. Por vía interna podemos tomar 10 ml de decocción estándar   de la raíz cada 2-4 horas en los estados agudos de infecciones y por vía externa podemos aplicar una crema o ungüento hecho con esta planta. Está demostrado que la   equinácea contribuye a disminuir la fiebre, la mucosidad y la tos asociadas   no sólo al resfriado sino también a otras enfermedades del sistema   respiratorio (bronquitis, faringitis, laringitis, sinusitis, otitis y   amigdalitis), facilitando y acelerando con ello el proceso de recuperación, y   aunque en cierta medida contribuye a su prevención, los estudios médicos no   confirman de forma definitiva que tomándola de forma previa podamos evitar   dichas patologías, aunque sí minimizar sus efectos. Normalmente se suministra   al primer inicio de los síntomas y se continúa por 7 a 14 días. La dosis recomendada   es el equivalente a 900 mg de equinácea por día.  La infusión usada para este fin se hace con   hojas frescas y se toma 1 taza de las comunes, tres veces al día.
Se recomienda no exceder el   tratamiento de las 8 semanas y evitar en pacientes con enfermedades   autoinmunes como la esclerosis múltiple, el lupus, la artritis reumatoide y   en casos de tuberculosis o leucemia. Puede asimismo aumenta la secreción salival y tiene un sabor bastante desagradable, pero además de esto, no se han descrito reacciones adversas  a las dosis terapéuticas recomendadas. A altas dosis o en personas especialmente sensibles pueden aparecer náuseas, vómitos, dispepsia o gastralgias. En muy   raros casos, se han descrito reacciones alérgicas cutáneas y anafilaxia.
TU OPINIÓN
En este apartado queremos colgar vuestras opiniones sobre esta planta: que os parece, si os gusta, o no, si conocéis algunas propiedades, como la llaman donde vivís, o alguna anécdota,...cualquier cosa que queráis enviarnos, para compartir y enriquecer esta sección, a secretaria@fundaciongaliciaverde.org.
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