HAY QUE ROTAR
La rotación consiste en no plantar siempre las mismas cosas en los mismos sitios para que el terreno se recupere. Cada planta consume unos nutrientes determinados y tiene sus propios depredadores y, al cambiarla de sitio cada año evitamos agotar el suelo y alejarnos de sus depredadores, lo que supone evitar numerosos problemas y tener mejores cosechas.
Hay dos razones principales para hacerlo:
Prevenir plagas y enfermedadesConservar el suelo
Prevenir plagas.
En la agricultura ecológica, que no utiliza ningún tipo de insecticida ni pesticida, recurrimos a esta práctica para ponérselo dificil a las plagas, haciendo "medicina" preventiva. Si mantenemos los cultivos permanentemente en el mismo lugar estamos facilitando los ciclos biológicos de las plagas. Se ha comprobado que plantando siempre en el mismo lugar especies similares se incrementa la incidencia de enfermedades, mientras que cambiándolas de sitio cada año se puede prescindir del empleo de plaguicidas.
Conservar el suelo.
Casi todas nuestras hortalizas consumen los mismos nutrientes, pero lo hacen en proporciones distintas. Por otra parte hay plantas que consumen muchos nutrientes y que, si plantáramos siempre en el mismo lugar, agotarían el terreno. Al alternarlas con otras plantas de menor consumo de nutrientes le damos un descanso al terreno para que pueda recuperarse.
De esta manera ahorraremos en fertilizantes, al necesitar abonar menos, y tendremos mejores cosechas si las plantas tienen la cantidad de fertilizante que necesitan.
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COMO ROTAR
Pongo como ejemplo esta espiral en la que tengo planificadas cuatro zonas, en la que hemos decidido hacer rotaciones de cuatro años, pero podría ser diferente. En este caso explico una rotacion basada en el consumo de nutrientes:
El primer año abono bien y planto especies muy consumidoras en el área número uno, de color rojo.
Ese mismo año planto las hortalizas medio consumidoras en el área número 2, de color naranja, poco consumidoras en el número 3, de color amarillo, y termino con el área número 4, de color verde, donde planto las que enriquecen el terreno, aportando nitrógeno.
Al año siguiente el bancal 1, rojo, pasa a ser el número 2, el 2 pasa a ser el 3, el 3 pasa a ser el cuatro y el cuatro pasa a ser el 1.
Aplicando esta rotación basada en el consumo de nutrientes únicamente tendré que abonar cada año el bancal de las grandes consumidoras. Las demás van aprovechando los restos del anterior cultivo.
Otra distribución de rotaciones, por años, sería en base a familias:
Año 1: rojo 1: leguminosas; naranja 2: solanáceas; amarillo 3: liliáceas, verde 4: cucurbitaceasAño 2: naranja 2: leguminosas; amarillo 3: solanáceas; verde 4: liliáceas, rojo 1: cucurbitaceasAño 3: amarillo 3: leguminosas; verde 4: solanáceas; rojo 1: liliáceas; naranja 2: cucurbitaceasAño 4: verde 4: leguminosas; rojo 1: solanáceas; naranja 2: liliáceas; amarillo3: cucurbitáceas
A continuación se volvería a empezar. Cualquiera que sea el tipo de rotación aplicada queda claro que romperemos el ciclo biológico de los depredadores, dificultándoles sus ataques, y evitaremos el consumo intensivo de los mismos nutrientes, dando tiempo al suelo para su recuperación.