Jengibre - Fundación Galicia Verde

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JENGIBRE
(Zingiber officinale Rosc.)


Se desconoce a ciencia exacta, el origen de esta planta pero evidentemente se sitúa en la zona tropical de Asia, como Camboya, Vietnam o áreas cercanas de India o China. El nombre deriva de la palabra “sringavera” es un vocablo sánscrito que significa “en forma de cuerno”. Pasó al persa como “dzungebir” y al griego como “dziggibris”, en latín se convirtió en “zingiber” y en español como “jengibre”.
Está emparentado con la cúrcuma y el cardamomo y de él podemos encontrar muchas variedades como el chino (más picante), el de la India (considerado como el mejor), el australiano (con un toque más cítrico), el keniano (sabor más intenso) y el jamaicano (más delicado, dulce y el más caro).
Las utilidades de este tubérculo a lo largo de la historia fueron tradicionalmente medicinales. Los griegos lo comían envuelto en pan para tratar problemas digestivos y el Ayurveda lo considera como un medicamento universal en su farmacopea.
Nombre científico: Zingiber officinale Rosc.

Nombre en español: Jengibre
 
Nombres en otros idiomas: Ginger (inglés) Ingwer (alemán), Gingembre (francés), Zenzero (italiano), Gengibre, gengivre,(gallego y portugués), Jengibrea (vasco), Gingebre (catalán)
CARACTERÍSTICAS BOTÁNICAS
Familia: Zingiberáceas.

Planta herbácea, vivaz, con rizoma horizontal perenne, noduloso y subterráneo, con una corteza de color ceniciento, del que salen tallos aéreos anuales de hasta 150 cm de longitud.
Tallos de color rojizo, erectos, oblicuos, redondos y envueltos por las hojas.
Hojas alternas y dísticas (una para cada lado), con vaina y sentadas o cortamente pecioladas, las inferiores reducidas a las vainas; lámina estrechamente elíptica de 20 cm, aguda en el ápice y atenuada en la base, con el nervio central marcado.  Brotan del rizoma y desprenden un agradable aroma.
Inflorescencia de 10-15 cm de altura, con pedúnculo que nace de la base de la planta, terminal, en espiga densa y espiralada, con brácteas que envuelven la base de las flores.
Las flores son trímeras, con 3 sépalos y tres pétalos cuya coloración varía en función del cultivar. Poseen estambres estériles que se unen para formar un labelo coloreado que asemeja las flores de las orquídeas. El estilo tiene una parte curvada que en la antesis cae sobre el labelo.
Fruto en cápsula elíptica.
CULTIVO
Se puede cultivar muy fácilmente poniendo especial atención a sus cuidados. Una buena opción es hacerlo en macetas.
 
Cultivo:
para lograr una buena producción en el cultivo de esta planta, es necesario sol directo muy pocas horas al día, temperaturas de entre 25-30ºC y lluvias abundantes. No resiste las heladas ni tolera los vientos fuertes ni las sequías. Las características del suelo son la riqueza en materia orgánica, el buen drenaje, textura suelta, humedad constante y un pH entre 5 a 7,5.  El suelo ideal sería un franco-arenoso. El exceso de humedad puede causar asfixia radicular, podredumbre y algunas enfermedades causadas por hongos.
 
Siembra:
antes de la siembra (que se hace a principios de primavera), podemos preparar el terreno para que esté flojo y poder hacer unos surcos de 30 cm de profundidad y 30 centímetros de ancho, con distancias entre surcos de entre 1 y 1,20 metros. Lo que se usa como semilla es el tubérculo del jengibre sano, cortado en piezas de más o menos 100 gr y que disponga de 4 a 6 yemas susceptibles de brote. Estos tubérculos se sumergen durante unos 10 minutos en agua a 51ºC para evitar los nematodos. Si queremos que la germinación sea uniforme, podemos hacer un pre-germinado que provoque el brote de las yemas. Esto se hace colocando las “semillas” en sacos o bolsas plásticas, así en dos-tres semanas tendremos casi la mayor parte de las yemas brotadas. A partir de aquí y con mucho cuidado, sembramos colocando la semilla de forma horizontal en el fondo del surco, manteniendo unos 15-30 cm de distancia entre las plantas y cubriéndolas con 8-10 cm de tierra.
 
Cosecha:
se cosecha cuando la mayor parte del follaje está seco (tono amarillento) y los rizomas tienen un color crema plateado, utilizando una pala para levantarlo y evitar cualquier daño. El jengibre desarrolla un sabor mucho más fuerte si le dejamos desarrollarse bien en la tierra.
Una vez que muera el tallo (aproximadamente a los 8 meses de haberlo plantado) dejamos de regar la tierra y desenterramos el rizoma del jengibre, cortándolo con un cuchillo desinfectado y volvemos a colocar los rizomas en la tierra para que continúen creciendo. El jengibre joven se puede cosechar a los 4 meses después de haberse plantado.
 
Cuidados:
el ciclo del cultivo del jengibre es de 9 meses, en los que tendremos que estar atentos a fertilizar durante unas 4-5 veces el suelo durante la producción, al mismo tiempo que se hacen aplicaciones foliares. También tenemos que controlar las hierbas adventicias teniendo especial cuidado a la hora de eliminarlas para que no dañen ni los rizomas, ni los tallos ni las hojas. Otra tarea importante es el aporcado, lo cual nos ayudará a tener buenos rizomas. Esto debe hacerse con cuidado y tratando de cubrir el tejido blanco rojizo bajo el tallo, la primera vez a los 30 días o 45 días después de la germinación y al menos 4 veces más durante el ciclo del cultivo.
USOS Y PROPIEDADES
Los componentes   principales son el aceite esencial (0,3 al 3,3 %), compuesto de zingibereno,   dextro-camfeno, felandreno, cineol, geraniol, linalol, citral, borneol,   zingiberol así como otros. La resina (5-8%) es la responsable en su mayor   parte, del sabor picante característico, debido a uno de sus principios   activos, el gingerol y la zingerona, que le dan su sabor amargo y picante. También contiene ceras, aceite fijo, pectina, almidón, azúcares, mucílagos, ácidos orgánicos y un 5% de sales minerales. Aporta también vitaminas B y C, minerales como el calcio, fósforo, aluminio y cromo, antioxidantes y aminoácidos.

Uso terapéutico
A nivel  del sistema digestivo, el jengibre estimula los receptores termosensibles del estómago y provoca una sensación de calor a nivel gástrico, propiedad que se aprovecha en el   tratamiento de las gastralgias, la falta de acidez en el estómago y la dispepsia producida por esta causa. Aumenta también el peristaltismo de los intestinos, así como el tono de su musculatura, y se ha empleado en la flatulencia habitual, la dispepsia atónica, las náuseas y en casos de dolores cólicos del estómago e intestinos.  Para este fin   existe una fórmula para la dispepsia y los dolores de estómago, la cual lleva milenrama, menta y raíz de jengibre a partes iguales. La infusión se hace al   3%, es decir 30 gr de la mezcla por cada litro de agua. La dosificación es una taza antes de las comidas.
Los emplastos de jengibre son útiles en el tratamiento del resfriado común y para mejorar la producción del esputo. El extracto alcohólico también estimula el centro vasomotor, el respiratorio y la función cardíaca. A nivel de la boca estimula la producción de saliva y aumenta en ella los niveles de ptialina (amilasa) y mucopolisacáridos (mucina). Se usa en las fórmulas de numerosos baños bucales, gargarismos y medicamentos de uso dentario. El té de jengibre es un remedio popular utilizado en muchos países para los principios del resfriado y aliviar los dolores menstruales.
Se ha comprobado también que el jengibre es útil en el tratamiento del mareo del viajero. Su efecto no se sitúa a nivel del sistema nervioso, sino en el tracto gastrointestinal, en el que actúa como carminativo, aromático y digestivo. Los emplastos de esta planta aplicados sobre las sienes, pueden aliviar el dolor de cabeza simple y la migraña. Actúa además como rubefaciente, por eso, es también útil en caso de dolores reumáticos.

Uso   culinario
Sus usos en la cocina son muy variados, aprovechando el rizoma para usarlo tanto en fresco como en seco. Lo veremos en marinado para carnes (rallado en fresco, polvo o mezclado con otras especias), en ensaladas (rallado en fresco), en guisos, salteados e incluso en postres (buena combinación con el chocolate), almíbares e infusiones.
La manera de conservarlo es envolverlo en un papel film en la nevera, donde puede durar hasta 3 semanas y la manera de pelarlo es raspando la piel con una cuchara. Los cocineros encontraron que de esta manera se lastima menos la pulpa del jengibre y se reduce el desperdicio de la raíz.
El jengibre es ingrediente imprescindible en mezclas de especias como el Ras el Hanout, el curry indio y acompaña al sushi y al sashimi en la comida japonesa. También lo encontramos en bebidas como el Ginger Beer y el Ginger Ale.
Y de tradición muy antigua es la elaboración del pan de jengibre, una receta, de las ciento de ellas que existen os invitamos a que hagáis siguiendo los pasos de este enlace…

TU OPINIÓN
En este apartado queremos colgar vuestras opiniones sobre esta planta: que os parece, si os gusta, o no, si conocéis algunas propiedades, como la llaman donde vivís, o alguna anécdota, ... cualquier cosa que queráis enviarnos, para compartir y enriquecer esta sección, a secretaria@fundaciongaliciaverde.org.
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