PEPINO
(Cucumis sativus)
“Al pan, pan, al vino, vino, y al gazpacho, buen pepino”…
Esta hortaliza es ingrediente indispensable para esta rica sopa fría que se toma para combatir los calurosos veranos del sur español. Pero su versatilidad hace que también nos lo encontremos como ingrediente en las mascarillas anti-acné, a las que tantos jóvenes le temen o dentro de un gin tonic,...
Nombre científico: Cucumis sativus
Nombre en español: Pepino
Nombre en gallego: Cogombro
Nombres en otros idiomas: Cucumber (inglés), Gurke (alemán),
Concombre
(francés), Cetriolo (italiano), Pepino (portugués)
VARIEDADES
Hmong Red (Cucumis sativus)
Categoría: Fruto Cantidad aprox: 1 gramo Durabilidad: 4 años Maduración: 65 días Siembra: Febrero a junio
Características: Variedad bastante antigua con origen en Hmong, “triángulo de oro” de Laos, Birmania, Tailandia, Vietnan y China. Fruto alargado de unos 15 cm de longitud y de color blanco a verde pálido, que se vuelve naranja-dorado en la madurez. Muy productiva con sabor refrescante y suave que recuerda al de la nuez. Debido a su naturaleza trepadora, crece bien cuando se le hace trepar. Marco de plantación: 60-70 cm x 1-1.2 m. Asociar con apio, cebolla, col, guisante, judía, lechuga y rabanito.
Marketmore (Cucumis sativus)
Categoría: Fruto Cantidad aprox: 1 gramo Durabilidad: 5 años Maduración: 120 días Siembra: Marzo a junio.
Características: Planta de crecimiento vigoroso y ciclo medio. Fruto alargado de unos 20 cm, de color verde oscuro y que presenta unas pequeñas rugosidades en la piel. Exigencia en calor. Se aconseja entutorar para mejorar la calidad de los frutos y facilitar la recogida de los mismos. Asociar con judía, lechuga, col, girasol, guisante, colinabo, rábano, maíz, cebolla, apio, salvia, berenjena, brécol, capuchina y eneldo. Marco de plantación: 60x100 cm.
HISTORIA
El origen
de esta hortaliza radica en India, puesto que el ancestro salvaje de esta especie
(Cucumis hardwickii royale) se
encontró en los valles subtropicales del Himalaya. Los primeros cultivos se
hicieron en el valle del Indo y datan del segundo milenio a.C., explotándose
además a orillas del Mar Mediterráneo, concretamente en Egipto, donde se
convertiría en uno de los alimentos más significativos en época de faraones.
Ya en el primer milenio a.C.
su producción se extendería a través del Mare Nostrum hacia
las tierras griegas (denominado sikuos) y romanas (donde según
Plinio nunca faltaba entre los platos que consumía el emperador Tiberio): Estos
últimos lo emplearon con fines puramente terapéuticos, introduciéndolos a
través de sus conquistas en el resto del Continente Europeo y llegando
posteriormente a China.
El cultivo en Europa del centro está datado en más de dos
milenios, según fuentes arqueológicas realizadas en Polonia y Hungría. El
cultivo de pepino fue introducido por los romanos en otras partes de Europa;
aparecen registros de este cultivo en Francia en el siglo IX, en Inglaterra en
el siglo XIV y en Norteamérica a mediados del siglo XVI, ya que Cristóbal Colón
llevó semillas a América.
Serán los chinos y los japoneses los encargados de desarrollar las
variedades de frutos largos a partir de las cuales provienen las variedades
modernas.
CARACTERÍSTICAS
Familia: Cucurbitáceas
Planta herbácea anual, rastrera o trepadora,
recubierta de pelos erizados.
Sistema radicular muy potente. Consta de
raíz principal, que se ramifica rápidamente para dar raíces secundarias
superficiales muy finas, alargadas y de color blanco. El pepino posee la
facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello.
Los tallos son angulosos y espinosos, de
porte rastrero y trepador, llegando a alcanzar hasta 3,5 metros de longitud. De
cada nudo parte una hoja y un zarcillo. En la axila de cada hoja se emite un
brote lateral y una o varias flores.
Las hojas son
simples, de largo pecíolo y gran limbo acorazonado, con tres lóbulos más o
menos pronunciados (el central más acentuado y generalmente acabado en punta) y
recubierto de un vello muy fino. Las hojas son alternas y opuestas a los
zarcillos y de color verde oscuro por el haz y grisáceo por el
envés.
Flores femeninas solitarias y corola de lóbulos agudos
de 2-3 cm, de color amarillo y con pedúnculos de 1-2 cm y ovario muricado. Flores
masculinas en fascículos paucifloros, con cáliz y corola semejantes a las de
las flores femeninas y con estambres de corto filamento.
El fruto es un pepónide
áspero o liso, dependiendo de la variedad, que vira desde un color verde claro,
pasando por un verde oscuro hasta alcanzar un color amarillento cuando está
totalmente maduro, aunque su recolección se realiza antes de su madurez
fisiológica.
La pulpa es acuosa, de color blanquecino, con semillas en su interior
repartidas a lo largo del fruto. Dichas semillas se presentan en cantidad
variable y son ovales, algo aplastadas y de color blanco-amarillento.
CULTIVO
El requisito
imprescindible para el cultivo del pepino es la paciencia. No hay que tener
prisa para plantarlo en el lugar definitivo, ya que tendremos que esperar a que
la tierra y el aire sean lo suficientemente cálidos para conseguir un
crecimiento rápido y óptimo.
El pepino puede
cultivarse prácticamente en cualquier zona aunque prefiere los climas templados
y cálidos. En regiones frías, hay que esperar a plantarlo cuando ya no hay
riesgo de helada. Un dato a tener en cuenta… el desarrollo de la planta se
detiene a una temperatura de 10ºC.
Existen cinco tipos de
pepinos:
- Pepino de campo, cuya epidermis está recubierta de pequeñas espinas blancas o negras.
- Pepino de invernadero, que tiene una epidermis muy lisa y que proceden de los tipos orientales con frutos muy largos.
- Pepino tipo “ Sikkim” que tiene la epidermis con tonos rojo- anaranjado.
- Pepino de frutos pequeños para encurtir llamados pepinillos.
- Pepino de forma redondeada tipo “Apple” o “Limón”.
La siembra en interior
se hace en marzo-abril, bien en maceta o en bandejas de alveolos, echando unas
3 semillas por maceta o un par de ellas en cada alveolo y cubriendo con un cm
de tierra. Antes de sembrarlas, se
aconseja dejar las semillas en agua tibia durante 24 horas, para facilitar el
germinado. Colocaremos las macetas o bandejas en un invernadero o al lado de
una ventana, donde podamos conservar una temperatura ambiente de unos 20ºC y
regando regularmente, pero sin exceso y evitando mojar las hojas que se vayan
desarrollando. A medida que la planta vaya creciendo, podremos ir sacándola al
exterior siempre que sea posible, evitando la exposición directa al sol para
que no se quemen las hojas.
Cuando las plantas sean
los suficientemente fuertes y la temperatura exterior sea cálida, trasplantamos
al sitio definitivo con todo el terrón y manteniendo una distancia de
plantación en todo caso entre 50-60 cm (los de consumo directo) o de 70-80 cm (los
que usamos para encurtidos), o incluso un poco más si disponemos de terreno.
Para facilitar la
recolección y evitar el ataque de babosas, colocamos unos postes de 1,5 m de
altura aproximadamente, alineados en hileras, uno cada 2 metros. Fijamos una
red de plástico de malla amplia (10 cm) y dejamos una separación de un metro
entre hileras. Con este sistema conseguimos que los pepinos se vayan
enganchando y trepando y nos será mucho más fácil recoger los frutos.
La siembra se realiza
al aire libre a partir de abril (en regiones mediterráneas) o bien pasado
mediados de mayo (en zonas de clima fresco o frío) cuando la temperatura ya sea
más estable y pase por encima de 16ºC. Instalado el sistema de cultivo con la
red, en la base, vamos a cavar unos huecos de 15 a 20 cm de diámetro y otros
tantos de profundidad, separados con el marco de plantación definitivo.
Rellenamos esos huecos con compost bien descompuesto e insertamos unas 3-5
semillas, tapando posteriormente. Recubrimos con tierra, apisonamos y regamos
con lluvia fina. Transcurridos de 15
días a 3 semanas, cuando las plantas jóvenes tengan 2 o 3 hojas bien
desarrolladas, eliminamos en cada grupo las plantas más débiles y conservamos
sólo una o dos de cada. Guiaremos las plantas hacia el soporte a medida que
vayan creciendo.
Para acelerar la
madurez de los frutos, podamos el tallo principal por encima de la tercera o
cuarta hoja a partir de la base. Cortamos también todas las ramificaciones que
irán apareciendo durante la estación vegetativa por encima de la segunda o
tercera hoja.
Los cuidados que
debemos tener en cuenta son durante el inicio del cultivo, binar y cavar
regularmente, pero a una cierta distancia de las plantas para no dañar sus
raíces superficiales.
En el verano regar
copiosamente y acolchar con paja, hojas o ramas verdes trituradas para mantener
un equilibrio perfecto y una buena humedad del suelo.
COSECHA
A partir de
julio, cosechamos los pepinos para encurtir (pepinillos) cuando tengan el
grosor de un dedo, cortando con un cuchillo o tijera de podar, haciendo un
corte limpio en el pedúnculo que los une al tallo (aproximadamente a 1 cm del
fruto). Estos pepinillos suelen medir entre 5-10 cm y engordan con rapidez, por
lo que deberemos pasar cada día a echar un vistazo a las plantas.
A partir de
agosto, cosechamos los pepinos para consumo en fresco siempre que veamos que el
extremo del fruto esté con forma redondeada y el color vaya palideciendo. A
medida que vayan madurando, se volverán más amarillentos y también su sabor
será más amargo.
En octubre, arrancaremos
los restos de vegetación de los pepinos y los quemaremos o tiraremos, evitando
su incorporación en el compost, ya que es muy probable que tengan enfermedades
en esta época.
SUELO
Tal y como le
ocurre a la calabaza, el pepino es una planta exigente que necesita un terreno
rico en humus, profundo, blando, relativamente fresco pero húmedo.
El rango de pH
óptimo se sitúa entre 6-7.
FERTILIZACIÓN
Partiendo de una preparación otoñal del
terreno donde cultivaremos los pepinos, dejaremos la zona bien mullida y
añadimos un abono bien descompuesto para jardín, un abono natural como los
torrefactos o el ricino o incluso un abono universal 100% orgánico. Luego
tapamos el terreno y lo dejamos así todo el invierno, acolchado, para
favorecer y proteger la zona de cultivo.
POLINIZACIÓN
El pepino es una
planta monoica. Sobre la misma planta hay flores masculinas y femeninas en
lugares diferentes.
El pepino puede
auto-fecundarse, con lo cual una flor femenina puede ser fecundada por el polen
proveniente de una flor masculina de la misma planta. Pero, también son
predominantes las fecundaciones cruzadas donde la flor femenina es fecundada
por el polen proveniente de diferentes plantas de la misma variedad o de otra
variedad.
Las abejas son
el principal vector de las polinizaciones cruzadas.
En función de las regiones
y de las condiciones medioambientales, la distancia de aislamiento aconsejado
entre dos variedades de pepinos varía entre los 400 metros a 1 kilómetro.
PROBLEMAS
Las principales enfermedades en los pepinos son la antracnosis y el oídio o “mal blanco”.
La antracnosis se detecta por la hinchazón de las hojas y los tallos, que se transforma enseguida en manchas marrones-negras. Los frutos afectados también presentan ese tipo de manchas. Afecta sobre todo a las plantas jóvenes que están en macetas, en interior o cubiertas. La prevención pasa por hacer una buena rotación y tomar medidas higiénicas como eliminar las partes afectadas o incluso la planta completa si el nivel de ataque es muy grande.
El oidio aparece en general sobre las plantas bien desarrolladas, al final del verano o en el caso de subidas bruscas de temperatura. Se caracteriza por la presencia de unas manchas de podredumbre en las hojas (tanto en el haz como en el envés) y a veces, también en los tallos. Para evitarlo, es mejor eliminar las hojas afectadas por la enfermedad, no cortar las plantas pero si realizar fertilizaciones foliares con productos bio a base de azufre y polvo de litotamnio.
Los Claveles de Indias o tajetes, emiten un perfume que parece espantar a las moscas blancas, cuyas larvas causan el amarilleo y la desecación de las hojas.
Para prevenir los ácaros, pulverizar agua con lluvia fina sobre la totalidad de la planta, al atardecer y una o dos veces por semana.
APORTACIONES NUTRICIONALES
Presenta un elevado nivel
de agua en su composición, cercano al 90%, así como bajos aportes calóricos
por su escaso contenido en hidratos de carbono, por lo que resulta un
alimento ideal en dietas que regulan el peso, combinando con numerosas
verduras en la elaboración de frescas ensaladas veraniegas.
Entre las sustancias que
pueden resultar beneficiosas para el organismo se encuentran una gran
cantidad de fibra, así como vitaminas de los grupos C, A, E y B. Estas
resultan esenciales para la vista, el perfecto estado de la piel, el pelo,
las mucosas o los huesos, además del regular funcionamiento del sistema
inmunológico, la producción de glóbulos rojos y blancos o la formación de
anticuerpos del sistema inmunológico. En concreto, la vitamina E interviene
en la estabilidad de las células sanguíneas y la fertilidad; la vitamina C
posee acción antioxidante, colaborando en la creación del colágeno, huesos,
dientes, aumentando la resistencia a infecciones y absorción de hierro.
Minerales como el potasio,
fósforo y magnesio igualmente están presentes en la composición de los
pepinos, aunque en menor cantidad que en otras hortalizas. Sus propiedades
resultan necesarias para la transmisión y generación del impulso nervioso, la
actividad muscular o el equilibrio del agua en la célula. A su vez, la
riqueza en potasio y las cifras pobres en sodio le confieren acción
diurética, depurativa para el organismo, favoreciendo las dolencias que
conlleva la hipertensión, gota, cálculos renales retención de líquidos y
oliguria. Especialmente el magnesio interviene en el funcionamiento del
intestino ya que posee un suave efecto laxante.
Existe una sustancia en la
composición del pepino, el beta-sitoterol, que le proporciona acción
antiinflamatoria, hipoglucemiante y favorece las defensas del ser humano, por
lo que resultan recomendables en pacientes con artritis reumatoide, diabetes
o hiperplasia benigna de la próstata.
La gran cantidad de agua,
vitamina E y aceites esenciales que componen el pepino le confieren la
propiedad de resultar uno de los remedios más utilizados en cosmética para el
cuidado externo de la piel, especialmente en casos de quemaduras, dermatitis,
congelaciones, acné, e incluso retrasa y reduce la aparición de arrugas.
ASOCIACIONES
Asociaciones favorables: judía, lechuga, col, girasol,
guisante, colinabo, rábano, maíz, cebolla, apio, salvia, berenjena, brócoli,
capuchina, eneldo.
Asociaciones
desfavorables: patata, tomate
CAPACIDAD GERMINATIVA
En un gramo se cuentan aproximadamente entre 30-40
semillas, dependiendo de la variedad y en un fruto, podemos encontrar
aproximadamente de 100 a 500 semillas.
La capacidad germinativa media que tienen es de 10
años o pero si están bien conservadas
puede llegar a un par de ellos más.
RECOGIDA SEMILLAS
RECETAS COCINA
TU OPINIÓN
Los pepinos que
vamos a usar para consumo directo o para encurtir, se cogen antes de que los
frutos maduren por completo, cuando las semillas apenas están formadas. Para recolectar
las semillas, hay que esperar a que lleguen a la madurez, cosa que ocurre
cuando el fruto se endurece y el color se vuelve más apagado.
Cortamos en dos
los frutos escogidos (siguiendo la longitud del fruto) y extraemos las semillas
de la cavidad central con una cuchara. Se aconseja dejar fermentar las semillas
durante unos días con un poco de jugo del fruto y agua en un recipiente
protegido y en una zona de sombra. Este
proceso de fermentación permite que las semillas se suelten más fácilmente de
la pulpa con el fin de limpiar más fácilmente. En este proceso veremos que la
mayoría de las semillas permanecen en el fondo mientras que las que no son
viables se mantienen flotando en la superficie (las cuales desecharemos).
Posteriormente, lavamos las semillas en un cedazo o colador y las ponemos a
secar a la sombra durante unos pocos días. Durante los dos primeros días de
secado, se aconseja despegar con los dedos, las semillas que aparecen pegadas
en montoncitos.
El secado puede
llevar de 5 a 10 días en función de las condiciones ambientales. Guardar en
recipientes herméticos.
A continuación te ofrecemos una serie de links en los que podrás encontrar más de 100 maneras diferentes de cocinar con pepino, para que lo hagas a tu gusto.
En este apartado queremos colgar vuestras opiniones sobre esta
hortaliza: que os parece, si os gusta, o no, si conocéis algunas propiedades,
como la llaman donde vivís, o alguna anécdota,...cualquier cosa que queráis
enviarnos, para compartir y enriquecer esta sección, a secretaria@fundaciongaliciaverde.org.
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