ACHICORIA
(Chicorium intybus L.)
Crece como una planta común en los campos y bordes de caminos y carreteras, especialmente en terrenos ligeros y arenosos. Es originaria de las zonas templadas de Europa, Asia y África, difundiéndose posteriormente a América.
La achicoria era muy apreciada por los romanos, quienes la consumían en forma de verdura como en ensalada. Las hojas y la raíz son las partes que se utilizan de esta planta. Las hojas de la achicoria cultivada se consumen en algunos lugares como ensalada, y con la raíz se fabrica un sucedáneo del café.
Nombre en español: Achicoria, amargón
Nombre en gallego: Chicoria
Nombres en otros idiomas: Wild succory, succory, chicory, endive (inglés), Wegwarte, zichorie (alemán), Chicorée, barbe de capucin (francés), Cicoria, radicchio (italiano), Almeirâo, chicoria (portugués)
CARACTERÍSTICAS BOTÁNICAS
CULTIVO
PROPIEDADES Y USOS
TU OPINIÓN
Familia: Compuestas/asteráceas.
La achicoria es una planta herbácea perenne, con raíz pivotante, de color blanco, carnosa y que destila látex.
El tallo es redondeado y acanalado, puede alcanzar el metro de altura, y tiene numerosas ramas laterales rígidas que forman un ángulo considerable con el tallo central.
Las hojas son escasas, lo cual le da un aspecto general como de desnudez, y son radicales y caulinares (estas últimas más pequeñas que las primeras).
Flores, se abren por la mañana y se cierran por la noche con sorprendente regularidad. Son grandes, liguladas y radiales, de unos 4 cm de diámetro, axilares y sésiles, situadas en parejas en las axilas de los tallos desnudos, de un bello color azul claro y brillante. Floree entre julio y septiembre.
El fruto es un aquenio anguloso rodeado de una corona verdosa formada por pequeñas escamas.
Toda la planta, y especialmente su látex, tiene un sabor intensamente amargo.
Es una planta perenne, resistente al frío y emparentada con el diente de león.
Las variedades que pueden ser forzadas aparecen a principios de mayo, se arrancan en octubre, y luego crecen en total oscuridad para producir los cogollos blanqueados, que pueden ser usados en ensaladas durante todo el invierno. Generalmente se requiere un blanqueado para que las hojas sean sabrosas, aunque existen algunas variedades como la “Pan de azúcar”, que producen hojas dulces y aromáticas sin necesidad de blanqueado.
Cultivo:
Crecen mejor en una tierra de ligera a media que sea moderadamente rica. Es ideal un suelo, al que se le haya aplicado estiércol para la cosecha anterior. Evitaremos entonces echar estiércol antes de sembrar, dado que estimula la ramificación de las raíces.
Siembra:
En mayo o junio sembrar las semillas de las variedades escogidas en surcos de 1,2 cm, con una separación de 20-30 cm. Cuando aparezcan las primeras hojas verdaderas, aclarar las plántulas dejando que queden a una distancia de unos 20 cm en la fila. Escardar con frecuencia.
Almacenamiento:
Desde octubre a noviembre, cuando las hojas hayan decaído, sacar las raíces (son parecidas a las de chirivía), para almacenarlas antes de su forzado. Conservar sólo las que tengan un diámetro de 2,5-4 cm en la parte superior, por ser éstas las más adecuadas. Cortar las hojas que pudieran quedar hasta 1,2 cm de longitud y los extremos de las raíces y las raíces laterales, dejando un segmento de unos 22 cm. Embalar las raíces en cajas con arena seca en un lugar fresco y libre de heladas.
Blanqueado:
Las raíces de achicoria almacenadas deben forzarse en absoluta oscuridad para producir cogollos de color blanco crema. A partir de mediados de noviembre, sacar unas pocas raíces para su blanqueado a intervalos semanales, para tener cosecha continua durante todo el invierno hasta finales de marzo. Plantar las raíces en tiestos de plástico de 22 cm llenos de arena o tierra de jardín ligera, asegurándose de que la parte que queda de las hojas se encuentre por encima de la superficie. Regar poco y luego cubrir por completo con plástico negro para tapar toda la luz, ya que ésta causa un reverdecimiento de las hojas jóvenes y proporciona un gusto amargo. Mantener la arena o tierra húmeda y poner los tiestos en una bodega bien ventilada con una temperatura de 7-13 ºC.
Cosecha:
Los cogollos blanqueados están listos para ser cosechados aproximadamente en cuatro semanas. Cortar o desprender con los dedos justo por encima del nivel del suelo y usarlos de inmediato. Después de que los cogollos hayan sido cosechados, las raíces producirán varios brotes más pequeños que son muy aceptables para las ensaladas si se blanquean.
Las achicorias sufren pocas plagas y enfermedades.
La achicoria es un tónico amargo con propiedades estomacales, diuréticas, laxantes, aperitivas y ligeramente coleréticas, si bien sus efectos son discretos. Algunos autores han hablado de la utilidad de la achicoria en el tratamiento de la diabetes, comprobada por la disminución de la glucemia basal después de la ingestión de su raíz. Esto se puede deber a la gran cantidad de inulina que hay en ese órgano.
La achicoria tostada, utilizada como sucedáneo del café, conserva, aunque en menor intensidad, el poder colerético de la raíz fresca, y muestra además un cierto efecto diurético, laxante, hipotensor y reductor de la frecuencia del pulso. Como no tiene aceite esencial ni cafeína, se considera una bebida mucho más saludable.
La forma más sencilla de consumir esta planta es emplear sus hojas en forma de ensalada. Puedes ver recetas culinarias pinchando en estos links:
Recetas con achicoria_1
Se puede elaborar una tisana amarga y depurativa mezclando a partes iguales las raíces de diente de león y achicoria, a razón de una cucharada sopera por cada taza de agua, en decocción a fuego lento durante 5 minutos. Se toma antes de las comidas. Según la doctrina hipocrática, los enfermos del hígado, supuestamente mejoran con esta infusión si se toma durante nueve días seguidos.
En forma de cataplasma, sola o combinada con otras plantas, se usa para afecciones cutáneas menores (pequeñas heridas, verrugas simples o tumoraciones externas benignas).
El jarabe se prepara añadiendo sobre cien mililitros de jarabe simple (compuesto de agua y azúcar) diez mililitros de extracto fluido de hojas y raíces de achicoria. De este preparado se pueden tomar cinco cucharadas al día, como laxante suave.
Como sucedáneo del café, cortamos en rodajas las raíces y luego las secamos. Una vez secas, tostamos a 130-140 ºC en presencia de una pequeña cantidad de grasa comestible, así se produce una hidrólisis de la mayor parte de la inulina y los azúcares se caramelizan. Reducimos a polvo con un molinillo de café.
En este apartado queremos colgar vuestras opiniones sobre esta planta: que os parece, si os gusta, o no, si conocéis algunas propiedades, como la llaman donde vivís, o alguna anécdota,...cualquier cosa que queráis enviarnos, para compartir y enriquecer esta sección, a secretaria@fundaciongaliciaverde.org.
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