ARÁNDANO
(Vaccinium myrtillus L.)
El término vaccinium parece derivar de “vaca”, debido a que es una planta que estos animales buscan como alimento. Otros, dicen que deriva de “bacca”, ya que su fruto es una baya. El término myrtillus fue creado en el siglo XVI y es un diminutivo de “myrtus” (pequeño mirto), por la similitud de sus hojas y frutos con los del mirto.
El género Vaccinium es originario del Hemisferio Norte, concretamente de Norteamérica, América central, Eurasia y Europa. Este género comprende unas 30 especies, de las que comercialmente la más conocida es la myrtillus.
Nombre científico: Vaccinium myrtillus L.
Nombre en español: Arándano, mirtilo, arandilla, meruéndano, anavia, ráspano
Nombres en otros idiomas: Blueberry, bilberry, whortleberry, whinberry, trackleberry, bleaberry, huckelberry, hurtleberry (inglés) Heidelbeere, blaubeere (alemán), Myrtille, airelle (francés), mirtillo nero, baceri (italiano), arando, uva do monte, myrtillo, erva dos arandos, erva escobinha(gallego y portugués), Abi, afi, gabi, berro mahats (vasco), Mirtil, nadiu, maionera, nabissera (catalán)
CARACTERÍSTICAS BOTÁNICAS
Familia: Ericáceas
Pequeño arbusto caduco, de porte erecto o rastrero (según especie) y de dimensiones de hasta 150 cm de altura y 60 cm de ancho, con ramas angulares y enderezadas.
Sistema radicular compuesto por numerosas raíces, en su mayoría superficiales. Esas raíces son generalmente fibrosas, finas y carentes de pelos absorbentes. En condiciones naturales, las raíces están asociadas con micorrizas formando simbiosis.
Tallo pequeño subterráneo (corona), recto, cuadrangular, muy ramificado y de color marrón-anaranjado en la mayoría de las veces.
Hojas simples, alternas, ovales, agudas y coriáceas, están finamente dentadas y son de color verde claro o algo amarillentas, caducas y con peciolo corto. Despiden un agradable olor. En otoño se tornan de un bello color rojo.
Las inflorescencias se disponen en racimos de 6-10 flores por yema. Las flores individuales son pequeñas, axilares, aparecen en mayo, son de color blanco rosado céreo en el interior y verdosas por fuera, con cinco pétalos y sépalos. El pistilo es simple, de ovario ínfero y estambres en grupos de 8-10.
El fruto es una falsa baya de forma esférica, color azulado, rojo o negro en su madurez (según la especie), globuloso, de unos 5 mm de diámetro, deprimido en el extremo, que posee un sabor agradable, astringente y agridulce y que contiene un jugo violáceo. La epidermis del fruto está cubierta de secreciones cerosas. El tamaño de éste está relacionado con el grosor de la rama y la posición en la misma, siendo de menor diámetro aquellos que se encuentran más distales de ésta.
CULTIVO
Para obtener una producción buena, los arándanos necesitan tener un reposo invernal en el que se alcancen las “horas frío” necesarias. Las horas de frío son el número de horas que una planta tiene que estar por debajo de 7ºC durante el invierno, para que pueda fructificar de una manera óptima. Dependiendo de la variedad que se trate puede oscilar entre 400 y 1200 horas.
En cuanto a la temperatura, en el invierno, pueden soportar hasta -30ºC. Las heladas muy tardías de primavera, y con temperaturas muy bajas, pueden afectar a la producción, lo que es muy poco habitual por la época de floración. Es peor el exceso de calor en el verano, temperaturas muy altas y viento, porque pueden causar daños en los frutos.
Cultivo:
para obtener un pleno rendimiento del cultivo, necesitamos un suelo más bien ácido. Un intervalo entre 4,2 y 5,5 es lo ideal. Si tenemos un terreno demasiado calizo, podemos tratar de acidificarlo añadiendo turba o corteza de pino triturada. Otra característica es que el suelo debe ser permeable, y al mismo tiempo, que retenga la humedad, pero sin encharcarse. Un exceso de agua en la zona de las raíces puede provocar la pudrición de las mismas, así que evitaremos plantarlas en un suelo de tipo arcilloso. Las raíces de los arándanos se desarrollan a la perfección en los primeros 35-40 cm de tierra, por lo que la profundidad del suelo no es un factor limitante para este cultivo.
El arándano no es demasiado exigente en nutrientes. Un suelo como algunos terrenos de monte, pueden ser perfectos para su cultivo. Lo ideal si queremos abonar es usar productos orgánicos como compost, estiércol, humus de lombriz,...
Los arándanos son sensibles al exceso de sales por lo que debemos abonar con moderación.
El único cuidado importante a tener en cuenta es la poda. Como los frutos se producen sobre las ramas que se desarrollaron el año anterior, si transcurren más de cinco años, la planta baja su producción tanto en calidad como en cantidad. La solución es realizar una poda para renovar la vegetación, haciéndola cuando tengamos ramas de diferentes edades y sin podar en exceso, ya que una poda muy severa puede hacer que las ramas crezcan demasiado vigorosas.
Plantación:
La mejor época para realizarla es a finales de otoño, porque en estas condiciones la planta se encuentra en reposo vegetativo, dando lugar a un buen desarrollo radicular antes del comienzo de la brotación. El marco de plantación que más se emplea es 1,5x3-3,5 y 0,8-1x2,5-3, en función de la variedad. Para plantar se hacen unos hoyos de unos 2 cm de profundidad que se cubren con corteza de pino, turba u otro material orgánico para favorecer las condiciones de acidez. El trasplante se debe hacer con plantas provistas de cepellón de un año de edad evitando el uso de plantas a raíz desnuda.
Cuidados:
Deberíamos preparar el terreno donde plantaremos los arándanos a final de verano o principio de otoño, comprobando sobre todo que la acidez sea la correcta para (rondando el 4,8). Luego haremos un subsolado en los primeros 40-50 cm de profundidad, con el fin de airear el suelo y aumentar el drenaje y un trabajo de fresa para eliminar la vegetación y mullir y nivelar el terreno.
Por lo general, las plantaciones grandes se realizan en caballones de 0,7-1m de ancho y 30-40 cm de alto. También se realiza un acolchado (con corteza de pino, paja, turba o plástico negro) con el fin de mantener la humedad en el suelo y evitar el crecimiento de hierbas competidoras. Entre los pasillos de cultivo se recomienda mantener césped o pasto para evitar la erosión, disminuir la compactación del terreno y evitar la formación de polvo.
Cosecha:
La época de recolección varía según la variedad que estemos cultivando, pudiendo ser ésta desde finales de primavera a finales de verano. La recolección se realiza preferiblemente a mano, aunque resulte un poco pesada y mejor de madrugada, para que las bayas estén bien frescas, llevándose a cabo 3-8 pases cada 7 días aproximadamente. La recolección es más fácil porque una vez maduros, los arándanos no se estropean y no caen del arbusto. Los frutos son primero verdes, luego de color azul muy oscuro, y desprenden un agradable aroma. Si se recogen demasiado pronto, los frutos no maduran y son muy ácidos.
Tras la recolección, debemos meter los arándanos en el frigorífico o en una estancia fresca. Puede guardarse una semana aproximadamente en el recipiente de las verduras, pero es mejor consumirlos o elaborar conservas sin esperar mucho tiempo. Si queremos congelar alguno, seleccionamos los frutos que estén en perfecto estado y los lavamos. Secamos extendiéndolos sobre papel absorbente y a continuación se colocan los arándanos en una sola capa, en el fondo de recipientes de plástico o cristal y espolvoreamos con azúcar (75 gr para 500 gr de fruto). Añadimos una cucharada sopera de zumo de limón, cerramos el recipiente y congelamos durante 8 horas a -30ºC. Guardamos seguidamente a -24ºC y así los podremos mantener unos 10 meses.
Multiplicación:
Por lo general, la multiplicación del arándano se realiza de forma vegetativa. La propagación por semilla se lleva a cabo, únicamente para investigación de nuevas variedades.
En la propagación por esquejes se usa un esqueje bien en verde, o con madera del año. Se cortan en bisel unas varas de unos 8 cm de longitud con 4-5 yemas vegetativas y ausentes de yemas florales. Se eliminan las hojas basales con el fin de disminuir la tasa de transpiración y se colocan en invernaderos, concretamente en camas calientes compuestas de turba y perlita. Podemos usar hormonas enraizantes para facilitar el enraizamiento. La temperatura óptima para enraizar debe oscilar entre 18 y 23 ºC. una vez finalizado el enraizamiento, los esquejes se deben trasplantar a un sitio definitivo.
PROPIEDADES Y USOS
Las hojas son ricas en hierro y manganeso, así como en ácidos orgánicos. También contienen taninos, flavonoides, ácidos triterpénicos y un glucósido antociánico, la mirtilina. Contienen también provitamina A y vitaminas B y C. Los frutos contienen azúcares invertidos, otros glúcidos, pectina, ácidos orgánicos, taninos gálicos, mirtilina, vitaminas A y C. Son especialmente interesantes por su actividad terapéutica los antocioanósidos (pigmentos azules).
Uso terapéutico
Tiene propiedades antidiarreicas, antiinflamatorias y astringentes, gracias a su alto contenido en taninos. Se usa como antiséptico de las vías urinarias gracias a la presencia de hidroquinona. El arándano posee propiedades vitamínicas P, por ello se utiliza en problemas de la circulación venosa y en afecciones vasculares del ojo.
Las hojas presentan un efecto antidiarreico, antimicrobiano y antiespástico a nivel del tubo digestivo, y están indicadas en caso de gastroenteritis y vómitos. También son antifúngicas e hipoglucemiantes. Con este último propósito sólo se deberá limitar a las formas ligeras de diabetes en adultos y se podrá usar en infusión de hojas (5 a 10 gr/litro) tomando varias tazas al día. El abuso indiscriminado de hojas de arándano puede provocar intoxicaciones por hidroquinona, que se manifiestan con pérdida de peso, ictericia y metahemoglobinemia. En dosis terapéuticas, no se corre riesgo alguno.
Los frutos tienen efecto antibacteriano, especialmente en la colibacilosis. El fruto seco tiene un efecto andidiarreico por su alto contenido en tanino y pectina mientras que el fruto fresco tiene más bien propiedades laxantes, por su contenido en celulosa.Uso culinario
Los arándanos nos ofrecen mil posibilidades en la cocina…
Son deliciosos si se comen frescos, justo después de recogerlos, tal cual, o con un poco de azúcar o en una ensalada de frutas. Podemos comer la baya entera o en forma de salsa para acompañar la carne de caza, y también al modo clásico en helados, jaleas y confituras. Los licores, vinos, vinagres, almíbares y sorbetes preparados con estas bayas son otra posibilidad, quizás menos conocida. Aunque el plato típico y estrella con arándanos ¡Es la tarta! En frío, caliente, con queso, con hojaldre,… no hay nadie que se resista a una delicia como esta. Os dejamos seguidamente un enlace a un par de recetas…
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